El fútbol es el deporte más popular del mundo, el más
especial y el que genera sentimientos únicos que son difíciles de explicar.
En tan sólo 90 minutos podemos gritar, reír, llorar,
insultar, abrazar, besar, correr, discutir y expresar miles de sentimientos que
este amado deporte nos genera. Resulta difícil explicar el por qué a los
hombres nos apasiona tanto el fútbol, simplemente es un sentimiento que no
tiene explicación y que solamente lo entienden aquellos que lo viven y lo
sufren día tras día.
Un ejemplo claro es la historia reciente del
campeonato del Leicester en Inglaterra. No quiero imaginar la felicidad tan grande de sus más
fieles aficionados el día en que lograron despertar de ese sueño y se dieron
cuenta que se había convertido en realidad: eran campeones de la Premier League
Inglesa, algo que ni el más optimista de sus hinchas pensaba podían lograr al
inicio de la temporada.
Seguramente esos aficionados que vivieron los descensos a
categorías inferiores en Inglaterra y que no abandonaron al equipo cuando nadie
daba un peso por él, fueron los más felices porque acompañaron al Leicester
cuando pocos lo acompañaban y conocieron el verdadero sufrimiento que genera
este deporte en el que no todos pueden ganar. En el que mientras unos ríen,
otros lloran; en el que mientras unos festejan un título, otros sufren un descenso;
en el que mientras unos celebran un gol, otros se lamentan por no haber dejado
su portería en cero.
El fútbol es como un casino en el que a todos les gusta jugar,
pero en el que no todos pueden ganar,
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casino ofrece una gran selección de juegos de calidad para todos los gustos en donde habrá
ganadores y perdedores, días buenos y malos, pero miles de ofertas y
oportunidades para entretenerse en la web.
Volviendo al tema y tratando de buscar una explicación sobre
por qué amamos el fútbol, basta con entender que este es un deporte que no
distingue razas, religiones, sexo ni condición social. Es un deporte en el que
todos tenemos cabida, en donde en una gradería pueden alentar al mismo equipo
un pobre de los estratos más humildes junto a un millonario de los más
reconocidos con algo en común: el amor
al mismo equipo.
Es por eso que no siempre los clubes que ganan todo tienen más
hinchas, existen aficionados que no siguen a un equipo por los títulos, lo
siguen por el sentimiento que les genera verlos en la cancha jugar sin importar
que ganen o pierdan, lo realmente importante es la convicción que generan entre
todos sus aficionados para alentarlos y seguirlos siempre a pesar de las más
duras derrotas o de las adversidades que se puedan presentar.
Podemos durar horas, meses, años, hasta siglos intentando
encontrar una explicación sobre por qué este deporte mueve millones de masas en
el mundo. La única explicación la tenemos quienes vivimos y sufrimos por el
futbol porque todos los días renovamos ese espíritu futbolero que no se apaga
con nada ni nadie.